Instalaciones Josval le ofrece el servicio de tratamiento para el agua que mejor se ajuste a sus necesidades utilizando siempre materiales de primera calidad y equipos de marca reconocida.
El agua puede ser tratada por dos motivos:
- Con el fin de proteger y alargar la vida útil de instalaciones como tuberías, calderas, calentadores o electrodomésticos que están en contacto diario con ella (descalcificación).
- Para hacerla apta para el consumo humano (osmotización).
Descalcificación
El proceso de descalcificación no es más que la eliminación de la dureza del agua (popularmente conocida como cal) mediante la utilización de resinas de intercambio iónico que sustituyen los iones de calcio y magnesio por el ión de sodio de tal forma que los primeros quedan retenidos en la resina y este último se incorpora al agua, evitando así la acumulación de la cal.
El agua sin cal le repercutirá un importante ahorro energético, sus sanitarios, grifos y mamparas estarán brillantes y sin rastro de cal, y su piel y cabello quedarán suaves e hidratados por no sufrir la agresión de la cal.
Osmotización
La mayor parte del agua de consumo de la red pública de agua proviene del tratamiento de agua de los ríos, pozos de acuíferos subterráneos o desalación. La calidad del agua ha disminuido drásticamente debido a la gran carga de contaminantes y otras substancias que hay que depurar. El agua del grifo sale microbiológicamente libre de patógenos, pero es más difícil de garantizar que no contenga un exceso de sales minerales y otras substancias (nitratos, etc.).
La ósmosis inversa, o sea la tecnología para osmotizar el agua, no es más que un sistema que mediante la presión del agua provoca que esta atraviese una membrana que sólo deja pasar las moléculas del agua (hidrógeno y oxígeno) y retiene la mayor parte de las sales disueltas que contiene.